Mándalas para Meditación

Jue, 09/24/2015 - 15:05
Conoce todo lo que hay detrás de este símbolo oriental e inicia tu terapia personal o utilízalo como juego con tus niños.
 
 El significado de la palabra “mándala” en sánscrito es “círculo”. Círculo o rueda sagrada en conexión con el universo. Son herramientas de abstracción para que la divinidad pueda revelarse. Se pueden generar estados de autoconciencia y autocuración, a través de las herramientas de meditación y concentración. 
Los mándalas nos proporcionan muchos beneficios terapéuticos; estos  se pueden sentir a nivel emocional, mental y espiritual como consecuencia del alineamiento de la energía, por lo tanto, son útiles para la concentración y la atención.  Otros puntos positivos son: 
 
  •  Elevan el nivel de conciencia y mejoran la memoria, así también, permiten dejar atrás miedos, apegos y energías negativas.  
  •  Calman el ego y permiten la conexión con la divinidad interior del hombre. Refrescan el alma, callan los miedos y la desesperanza, así como también ayudan a elevar el ser. 
  •  Son una excelente herramienta para elevar el pensamiento al máximo, ya sea observándolos o pintándolos, ya que sus formas simétricas y constantes llaman a la concentración, en la que se trabajan ambos lados del cerebro. 
 

¿En qué consiste la terapia?

 
Los monjes budistas del Tíbet practicaban la antigua tradición de dibujar mándalas por varias horas con arena coloreada, para luego destruirlos como prueba al desapego y acto de humildad, liberándose así de la codicia que puedan generar sus actos y reforzar la teoría de la impermanencia de la vida.
La terapia con mándalas puede ser de solo observación o bien, la creación de los mismos y se toman en cuenta las formas, los colores, la concentración, la meditación y la respiración. La principal regla es dejar fluir la imaginación, la creatividad, la energía, siendo libres e intuitivos. No hay dos mándalas iguales en todo el universo.
 
Lo primero que hay que hacer es concentrarse y respirar en calma y en silencio. Se recomienda ampliamente la práctica habitual. Una vez creado tu mándala se puede guardar para futuras meditaciones. Dependiendo de lo que quieras trabajar, podrás crear nuevas representaciones y pintarlas. No solo es terapéutico, sino que también es sumamente divertido. 
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