Ricardo Jaramillo nos confiesa que ser papá fue lo que trajo estabilidad a su vida

Vie, 06/15/2018 - 10:51
“Los preparo para el mundo que les tocará vivir, yo trato de dejar una buena semilla”

Padre de dos, la “parejita”, como suelen decir las madres que quieren un niño y una niña. 

La paternidad le llegó al presentador a los 23 años por primera vez, cuando nació su hija Valentina Michelle. Once años después llegó Mattías André. 

Ricardo asegura que ser papá fue lo que trajo estabilidad. “Fui padre muy temprano. Como joven se cometen errores, y la madurez no es precisamente lo que guía la conducta habitual; pero la llegada de mi hija Valentina cambió mi vida y me enseñó a trabajar en un proyecto de vida, que no tenía. Mis prioridades cambiaron y aprendí a ver a través de sus ojos, de su futuro”, comenta. 

Jaramillo procura estar presente, lo que considera el estandarte de su paternidad, y definitivamente algo que no tuvo de parte de su padre. “Mi padre me hizo falta en muchos momentos de mi vida, sobre todo en mi niñez y adolescencia; pero ya lo ha compensado. A mis hijos, confío mientras tenga vida, jamás les estaré ausente”, afirma. 

Asegura que uno de los mejores consejos que puede dar tiene que ver con esto. "El mejor consejo que puedo dar es nunca hacerle falta a sus hijos y decirles siempre cuántos los aman. Asumimos que como trabajamos duro por darles una buena educación y todo lo necesario ellos entienden que los amamos, puede que si, pero hay que decirselo. Yo lo hago todos los días, todas las veces que sean posible", comenta el presentador.

En su caso, da gracias porque su trabajo le permite cumplir con esta premisa. "En éste momento tengo la gran dicha de poder decir que mi trabajo me permite pasar más tiempo con ellos. No sé por cuánto tiempo lo pueda seguir diciendo, pero ahora lo estoy disfrutando. Si eso cambia, tocará replantear los tiempos". 

La paternidad fue mejor de lo que esperaba, pero nunca imaginó que también sufriría tanto por sus hijos. “Son fortaleza y debilidad. Se llora de emoción sus alegrías y se sufre sus tristezas y momentos difíciles”, reflexiona.  

 

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