Medidas de ciberseguridad en las videollamadas y el teletrabajo

Mar, 05/19/2020 - 11:08
Ante las cancelaciones de reuniones cara a cara a raíz del COVID-19, la compañía de seguridad informática ESET repasa los riesgos de seguridad presentes a la hora de realizar videoconferencias y cómo superarlos.

El Covid-19 nos tomó por sorpresa. La medida de aislamiento que tomaron las autoridades en diversos países para frenar la propagación del virus llevó a empleados, estudiantes, maestros y muchos otros profesionales a trabajar desde casa, lo cual está impulsando una gran demanda de videoconferencias, herramientas de colaboración en línea y sistemas de chat. Esto conlleva algunos riesgos de seguridad, que es posible superar siguiendo algunas recomendaciones.

 

Desde ESET, compañía de detección proactiva de amenazas, aclaran que es necesario comprender las características de seguridad de las herramientas como Zoom y la necesidad de controlar cómo se lleva a cabo una videoconferencia utilizando las herramientas disponibles.

 

Consideraciones clave:

 

Ambiente de trabajo: Verificar el entorno para asegurarse de que la transmisión de video que compartes no contenga información confidencial, asegurarse que todo el material sensible esté lejos del alcance de la cámara.

 

Control de acceso: La mayoría de las plataformas de videoconferencia permiten la capacidad de restringir el acceso por dominio de Internet, de modo que solo los usuarios que cuenten con una dirección de correo electrónico perteneciente a su empresa puedan unirse a la llamada. Alternativamente, solo permita a los asistentes invitados agregar sus direcciones de correo electrónico a la invitación al programar la llamada.

Establecer una contraseña para la reunión. Generalmente esta es una opción que se ofrece al crear la reunión, que agrega una contraseña generada aleatoriamente que los invitados deberán ingresar para acceder a la misma. Se puede usar una contraseña numérica para autenticar a los usuarios que se conectan por teléfono. Mantener a los participantes en una “sala de espera” y aprobar la conexión de cada uno le da al anfitrión el máximo control sobre quién está en la reunión. Para manejar esto en reuniones más grandes, puede promover a otros asistentes de confianza a un rol de organizador o moderador.

 

Comunicaciones y transferencia de archivos: Algunos servicios cifran el chat de manera predeterminada, pero no el video, a menos que lo solicites específicamente. Si el software cliente de punto final de terceros lo permite, asegúrate de que cumpla con los requisitos para el cifrado de extremo a extremo.

En caso de realizar transferencias de archivos, considerar limitar los tipos de archivos que se pueden enviar; por ejemplo, no permitir archivos ejecutables (como archivos .exe).

 

Gestionar el nivel de compromiso y los participantes: El anfitrión, dependiendo de la plataforma, puede tener la capacidad de solicitar una notificación cuando el usuario a través del cual se está realizando la videoconferencia no sea la ventana principal (activa). Si se es profesor, esta función puede ser extremadamente útil si desea garantizar la atención de todos sus alumnos. También se permite, supervisar quién se unió a la llamada, ya sea estableciendo un proceso de registro para conectarse o descargando una lista de los participantes posterior a la llamada.

 

Compartir pantalla: Limitar la capacidad de compartir pantalla al anfitrión elimina la posibilidad de que alguien comparta contenido por error. Además, al compartir la pantalla, compartir solo la aplicación necesaria, a diferencia de todo el escritorio.

El iOS de Apple realiza capturas de las pantallas utilizadas cuando la tarea cambia entre aplicaciones. Para protegerse contra esto sin darse cuenta, incluida la captura de información confidencial, verificar si el sistema de conferencia puede difuminar esta imagen.

 

Prevención: Tomarse el tiempo para revisar las opciones de configuración que ofrece el sistema de videoconferencia que se tenga o que se esté pensando usar. Suelen ser muchas las opciones, por lo que encontrar la configuración correcta para el entorno es una tarea importante que sirve para garantizar que las comunicaciones de la empresa permanezcan seguras.

 

“Es importante además verificar la política de privacidad del servicio que está utilizando. El dicho de que “si es gratis, probablemente seas el producto” debería ser suficiente motivación para comprobar si la empresa está recopilando, vendiendo o compartiendo nuestros datos para financiar la prestación de su servicio “gratuito”. Como siempre desde ESET recomendamos estar atentos antes posibles engaños, mantener los sistemas actualizados y contar con una solución de seguridad confiable tanto en equipos de escritorio como en dispositivos móviles para disfrutar de la tecnología de manera segura”, agrega Camilo Gutiérrez, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.

En el contexto de aislamiento por el COVID-19, ESET comparte #MejorQuedateEnTuCasa, donde acerca protección para los dispositivos y contenidos que ayudan a aprovechar los días en casa y garantizar la seguridad de los más chicos mientras se divierten online. 

 

Leer más: Cómo usar las plataformas digitales en tiempo de coronavirus

  • Compartir: