- Mente y Cuerpo
El órgano más delicado de tu cuerpo también sufre las exigencias de la vida cotidiana, te decimos cómo puedes evitar estas agresiones.
No solo nuestra mente y cuerpo sufren con el estrés, la piel, considerada el órgano más extenso del cuerpo humano, también lo refleja con espinillas, arrugas y manchas. Así como se aconsejan un sinnúmero de ejercicios de relajaciones o de actividades físicas, los expertos de belleza sugieren algunos tips para cuidar la piel y evitar que su estrés aumente. Cecilia Orlandi –dermatóloga de la Clínica Orlandi– aseguró que “es indispensable algo de estrés para la supervivencia, pero hay casos en el que el nivel llega a ser incontrolable y se convierte en patología”. Señaló que el de tipo psicológico crónico altera la permeabilidad de la barrera cutánea, lo que produce deshidratación y aparición de infecciones, picazón o dermatitis. La cosmetóloga Natalia Orellana concuerda con la doctora: “El estrés se manifiesta en cambios notorios como el ‘rash’ (erupción), eritemas (enrojecimiento), resequedad, piel fatigada y poca luminosidad”. Primero comencemos clasificando los diferentes tipos de pieles:
- Seca (opaco y rugoso con tendencia a descamarse).
- Sensible (se irrita fácilmente y propensa a reacciones alérgicas por cosméticos, perfumes o detergentes).
- Normal (tiene una textura suave, no tiene espinillas ni poros abiertos).
- Mixta (existe una zona seca y otra más bien grasa).
- Grasa (se caracteriza por generar una sobreproducción de sebo y aceites, lo que resulta en espinillas, poros abiertos, puntos negros y barros).
Cada tipo merece sus cuidados especiales. Sin embargo, algunos consejos se aplican a todos los casos:
- Cuídala del sol: la radiación ultravioleta (RUV) es la principal causa de estrés oxidativo a nivel cutáneo, por eso todos los días usa protectores solares con un FPS mayor a 30 en zonas expuestas.
- Dormir bien: Si no logras descansar bien, tendrás ojeras, la piel aparecerá cansada y sin vida. Lo ideal es dormir por lo menos 8 horas diarias.
- Humecta la piel por fuera: utiliza cremas humectantes todos los días para restaurar el manto lipídico y disminuir la pérdida de agua.
- Humecta la piel por dentro: Ingiere 2 a 3 litros de agua por día. Son fundamentales para una adecuada hidratación. Nuestro cuerpo está constituido por el 70% de agua.
- Limpia la piel todos los días: Una buena limpieza facial al finalizar el día es necesaria para eliminar la contaminación que se depositó durante el día.