Deserción escolar. ¿Qué estamos haciendo mal?

Mié, 09/18/2019 - 06:00
¿Por qué no implementar un programa en el cual, si eres expulsado del colegio o simplemente decidiste a esa edad que la escuela no es lo tuyo, te puedan capacitar para poder lograr ser alguien en la vida?
Que si la escuela se está cayendo, que no hay profesores, que no hay dinero para pagar, que esto, que lo otro... y al final son los chicos los que sufren todo esto, viéndose perjudicada su educación. 
 
¿Por qué tantos estudiantes están dejando la escuela? Les explico el porqué. Ese estudiante a quien nadie quiere, que molesta a todos, que presenta problemas de conducta ligados a dificultades del aprendizaje, en resumen, el estudiante que va a “pasear” a la escuela, detrás de su comportamiento existe una causa: No tenemos idea de que está sucediendo en casa, si hay mamá o papá o ninguno de los dos, o si se nutre como debe ser, o si es maltratado o abusado, ya sea física o verbalmente. No sabemos.
 
Ese estudiante que reprueba tres veces el mismo grado, al final tiene que salir o lo expulsan de la escuela (supongamos que alrededor de los 12 años). Resulta que tiene que esperar hasta tener 16 o 18 años para poder ingresar a un colegio nocturno, y así culminar sus estudios secundarios. Ahora bien, ¿qué sucede en esos 2 o 3 años perdidos? ¡No son vacaciones! Se va a la calle. Sí señores. La calle les ofrece tanto, que al final, cuando vamos a ver, ya son cabecillas de bandas, venden droga, comenten actos delictivos, entre otras cosas. 
 
¿Por qué no implementar un programa en el cual, si eres expulsado del colegio o simplemente decidiste a esa edad que la escuela no es lo tuyo, te puedan capacitar para poder lograr ser alguien en la vida? Conozco sobre la escuela vocacional de Chapala, en la cual envían a todos los "malos" —y así es vista hasta el sol de hoy—, para que se enderecen. No todos son malos, simplemente han sido víctimas de un sistema que no ha sabido cómo manejar la situación, de padres cansados que han buscado por sus propios medios ayuda sin saber que quizás no estaban haciéndolo de la mejor forma, o quizás también de profesores poco tolerantes y para nada comprometidos con el estudiante. No lo sé. No se puede culpar a nadie, pero sí buscar una solución.
 
Cabe mencionar también que el aspecto económico es una de las causas por las cuales los estudiantes dejan el colegio, ya que si no hay dinero para comer, qué les hace pensar que hay para ir a la escuela, comprar uniforme, etc. Muchos deciden ir a trabajar para aportar en casa porque quizás papá se fue y dejó a mamá a cargo de todo, cuando en realidad su único compromiso debería ser poder estudiar. 
 
El joven que no es apreciado en casa y que cuando llega a la escuela también es despreciado por sus profesores y compañeros, es un regalo para la delincuencia en la calle. Aprendamos a observar a nuestros jóvenes. 
 
Debemos crear conciencia. La juventud es el futuro de este país, pero al ritmo que vamos ¿qué va a ser de Panamá? Tenemos que ser motivadores, apoyarles, inculcarles los buenos valores que se pierden día a día, ¡hacerles saber que valen!
 
El sistema, en lugar de rechazarlos, debe capacitarlos, brindarles ayuda psicológica, crear talleres, seminarios, campamentos, entre otras cosas que les oriente a ellos a descubrir su potencial. No tienen idea del dolor que me da cuando ando en la calle y veo a pre-adolescentes haciéndose los “malitos” a quienes nadie les puede decir nada. Si es lo que han crecido viendo y nadie les ha hecho saber que es malo, lo seguirán haciendo. 
 
Como menciono en todos mis artículos, todo inicia en casa, pero si en casa no se da, entonces es nuestro deber hacerlo en la escuela. Apostemos a que la educación sea el enfoque primordial en nuestros jóvenes. Como adultos sabemos que quien quiera progresar busca la forma de hacerlo, y quizás en nuestra juventud tuvimos a alguien al lado que nos lo hacía saber; pero tal vez estos jóvenes no tengan ese apoyo. 
 
El ocio no trae nada bueno, es hora de detener esto y buscar la forma de que nuestros jóvenes puedan aportar de forma positiva a nuestra sociedad. 

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