Anyolí Ábrego

Vie, 08/17/2018 - 17:11
La modelo y Miss Panamá 2010 nos contó sobre su camino hacia la seguridad personal y el desarrollo de su nuevo proyecto.

¿Qué significaron para ti los concursos nacionales e internacionales de belleza?

Los podría definir en tres palabras: crecimiento, evolución y aceptación. 

¿Qué  le dirías a aquella  versión de ti que participó en esos concursos?

¡Ay, tantas cosas! En estos días me preguntaron que si ahora me metería a concursar y les dije que no; pero sí siento que estoy mucho más preparada que antes. Así que creo que a la chica de hace ocho años  le diría que lo tiene todo para ganar. 

¿De qué manera se ha traducido esa seguridad que has encontrado en ti misma?

En cambios grandes. Creo que pasé por muchas cosas en un tiempo muy corto. Un año antes de entrar en los concursos de belleza había salido de la cajita de mi casa, entrado en el mundo del modelaje, de las fotos. Estaba conociendo personas nuevas, oportunidades, viajes; además mi papá había muerto, fue un golpe emocional muy fuerte para esa chica de 20 años. Después entré en Miss Panamá. Era una persona muy tímida, que prefería no hablar,  quedarse callada, y en ese tipo de concursos lo principal es ¡hablar! Tienes que contar de ti, de tus sueños, tus proyectos. En ese camino fui evolucionando, creciendo.

Entonces, parte de esos cambios dieron como resultado tu nuevo proyecto junto a Marisela Moreno, Auténtica...

Sí. Hace unos años tenía otro proyecto del cual decidí retirarme para comenzar el proyecto de mi vida: quería conjugar todo lo que sabía en un solo esquema. Pero a veces es un poco complicado lograrlo. Quería unir lo que sabía con la transformación de vida de las mujeres. Conozco muchas chicas  que pasan por lo que yo viví, y otras que ya siendo emprendedoras y con grandes cargos no confían en ellas mismas. Entonces, por más inteligente que seas, si no tienes seguridad y  una imagen saludable de ti misma, habrá cosas que te frenarán siempre. Y pues, en una charla con un café de por medio, hablando con Marisela, decidimos unir fuerzas. Ella tiene gran experiencia en concursos y preparación de chicas, así que nos unimos para realizar algo por la sociedad y poder transformar mentes. Allí nació “Auténtica”.

¿Cómo funciona Auténtica? 

Vamos hacia el lado digital, estamos construyendo una página web porque queremos compartir nuestra experiencia con el mundo.  Ahora estamos dictando talleres y cursos presenciales, tanto individuales como en grupo. Estamos felices, tenemos charlas todas las semanas y lo más importante es que estamos haciendo algo con lo que nos sentimos bien.

¿Cómo es tu relación y la dinámica de trabajo con Marisela?

Única y auténtica. Creo que ella es una mujer que dice todo lo que piensa y es lo que más me gusta de ella. Sabe lo que quiere y hacia dónde va. Me ha enseñado mucho, estando en el Miss Panamá me ayudó mucho, en ese momento la veía como una maestra, pero hoy día es mi amiga, soy la madrina de su hija. En cuanto al trabajo, lo hacemos todo en conjunto para equilibrar el peso. 

En cuanto a la confianza en nosotras mismas, ¿crees que esa es una de las razones por las cuales no podemos alcanzar una igualdad de género?

Nuestros miedos, creencias, limitaciones, lo que nos enseñaron en casa es parte de lo que no nos deja avanzar muchas veces.  

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