Cuida el corazón de tu bebé

Mié, 12/16/2015 - 13:54
Futura mamá, el secreto está en tener una alimentación balanceada. Así le ofrecerás una mejor calidad de vida.

Cuando estás embarazada, casi de forma automática, el doctor recomienda a la futura madre realizarse pruebas de diagnóstico prenatal. Sin embargo, la mayoría de las madres no es consciente de que esto es una obligación, ya que es para el bien de ella misma y del bebé.

Y es que, según los expertos, las ecografías se consideran un acontecimiento de rutina, en el que se descubre el sexo del bebé y los padres pueden “ver” a su hijo. Pero, aunque estos aspectos sí importan, el objetivo principal de las ecografías es la búsqueda de anomalías, como lo es la cardiopatía congénita.

El cardiólogo pediatra Miguel De La Rosa indicó que en Panamá no hay una estadística completa en cuanto al tema. Sin embargo, aseguró que en la mayoría de los países que ha realizado estudios los resultados demuestran que entre 8 y 10 de 100 nacidos se dan problemas de este tipo.

De la Rosa explicó que esta enfermedad se puede identificar desde el embarazo, solo hay que realizar un ultrasonido fetal al corazón. Hasta el momento se investigan las causas de la cardiopatía congénita, pero se considera que se debe a causas genéticas (herencia o ambiental).

El experto recomienda a las futuras madres hacer un buen control de embarazo desde el inicio, sobre todo en el primer trimestre de la gestación. También debe tener mucho cuidado con lo que come y los medicamentos que llega a tomar.

Síntomas de un niño con problemas cardíacos

En el recién nacido, los síntomas que pueden hacer sospechar que el bebé padece una enfermedad cardíaca, presta atención de los signos de alarma:

  • Cuando el niño toma pecho o biberón y su respiración es rápida.
  • Color morado de la piel, uñas o labios.
  • Cuando está en la lactancia, cuadros de infecciones pulmonares frecuentes como neumonías y bronconeumonías.
  • Que exista un retraso en el crecimiento y talla del niño.
  • Dificultad para alimentarse.
  • Fiebre inexplicable y de larga duración.

En un niño más grande o un adolescente, los síntomas más significativos son:

  • Fatiga.
  • Dificultad para hacer ejercicios o alguna actividad física.
  • Dolor en el pecho.
  • Sudoración.
  • Soplo cardíaco.
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