4 formas de reducir el estigma de la salud mental

La salud mental es un tema que se mantuvo escondido por mucho tiempo, ya que pedir ayuda era sinónimo de ser débil. Hoy podemos ver la importancia de este tema y sabemos que no son los 'locos' los que piden o la necesitan, sino todos los que son capaces de hacerse cargo de sus problemas y no repetir patrones anteriores. Sin embargo, muchas veces aumentamos el estigma con nuestra forma de hablar o de dirigirnos a las personas.

 

Si estás convencida de que la salud mental es un tema que todos deberíamos hablar sin barrera alguna, te invito a aplicar los siguientes tips, con los que podrás ayudar a reducir el estigma y normalizar el tema de la salud mental en el lugar donde trabajas, estudias o incluso en tu familia.

Cuántas veces una amiga nos ha contado algo y le decimos “estás loca” o “tienes problemas”, sin darnos cuenta decimos este tipo de frases que se han vuelto cotidianas. Si nos detenemos a analizar, no escuchamos desde la compasión sino desde nuestras ansias de juzgar y de dar una respuesta o solución al problema. No siempre debemos tener una respuesta a las dolencias y problemas de nuestros amigos, dedicar tu tiempo solo a escuchar y a ser esa figura de acompañamiento, es suficiente para esa persona.

Es posible que te encuentres con personas que están visiblemente tristes o enojadas. No tengas miedo de preguntar si todo está bien, te sorprendería saber lo que puede causar tu interés en esa persona, la mayoría de las veces necesitamos verbalizar lo que nos pasa, quizá hoy puedas ser de mucha ayuda para esa persona que no la está pasando del todo bien.

Este es uno de los hábitos más importantes. Si no utilizamos las palabras correctas para referirnos a las características de las personas, es muy probable que en vez de sumar estemos restando. Por ejemplo, normalmente si vemos que una persona en una ocasión muy en específica pasó de una emoción a otra la llamamos “bipolar”, si saber todo lo que conlleva este diagnóstico. En vez de categorizar a las personas según un diagnóstico que no tiene, es mejor decir que la persona en este momento se encuentra “emocional”. Ahora, en el caso que la persona realmente tenga el diagnóstico, tampoco está bien categorizarla de esta manera. 

 

Otro ejemplo serían las personas que son muy organizadas, entonces decimos que son muy "OCD", como un adjetivo, pero realmente un trastorno obsesivo compulsivo va mucho más allá de ser organizado o limpio. Cuidemos nuestras palabras, no sabemos si la persona que está al lado sufre de algún tipo de enfermedad mental o esté pasando por un mal momento. Trata de ser asertivo en todo momento.

Habla de salud mental, infórmate sobre ella, no tengas miedo de expresar lo que sientes y por lo que has pasado, siempre y cuando estés lista para hacerlo y sea un lugar seguro. Siempre que sea posible educar a los demás sobre salud mental o difundir información importante que pueda ayudar a otras personas, no dudes en hacerlo. Si pasas por un momento difícil o una enfermedad mental, recuerda que no estás solo. No olvides recurrir a un profesional de la salud mental lo antes posible.