Consejos para contribuir con el buen desarrollo de los adolescentes

Mié, 08/28/2019 - 06:00
Dice un dicho por allí: “Juventud, divino tesoro”. Los jóvenes son esa chispa de alegría y entusiasmo que tiene la sociedad; sin embargo, con el pasar de los años, la juventud se está viendo afectada por algunos problemas.
El 12 de agosto se celebró el Día Internacional de la Juventud, una fecha promovida por la ONU que busca conseguir la participación de los jóvenes en todos los ámbitos de la sociedad, para solucionar los desafíos a los que esta población se enfrenta diariamente. 
 
Dice un dicho por allí: “Juventud, divino tesoro”. Son los jóvenes quienes hacen nuestros días caóticamente hermosos. Ellos son esa chispa de alegría y entusiasmo que tiene la sociedad; sin embargo, con el pasar de los años, la juventud se está viendo afectada por la falta de compromiso a nivel escolar, la falta de empatía para establecer relaciones sociales y, lo más importante, toma de decisiones.
 
Ahora bien, sabemos que el mundo cambia y con ello los jóvenes, vivimos en una época digitalizada donde esa generación mayormente se enfoca en tener “likes” y jugar video juegos. 
 
La adolescencia es una etapa en la cual las personas se descubren a sí mismas e intentan “encajar” en la sociedad, o al menos así se pensaba antes. Esto ha cambiado. Ahora los jóvenes se ven “obligados” a ir al colegio y a la universidad. No puedo generalizar, sin embargo, nos hemos preguntado: ¿Qué está llevando a nuestros jóvenes a esto?
 
La deserción escolar va en aumento, y los rangos de edades van desde los 12 a los 15 años de edad. Datos del Ministerio de Educación revelan que 54,572 estudiantes fracasaron el año pasado. Ahora bien, ¿Considera usted que esto debe marcar al joven para toda su vida? La respuesta es: NO.
 
Con mucho pesar me ha tocado escuchar a jóvenes decir: “Por mí no dan un real”, “Si mis hermanos fueron así ¿qué te hace pensar que yo soy diferente?”, “Mi mamá me dijo que yo no sirvo para nada”, “Mis maestros me dicen que por qué no me salgo de la escuela y así ellos descansan”, entre otras cosas más. Marquemos a nuestros jóvenes para bien, no para mal.
 
¿Por qué sucede esto? Porque ya no hay nadie que crea en los jóvenes. Se sienten desmotivados y poco valorados. Si bien la resposabilidad es de ellos, es nuestra labor como adultos, padres de famila y docentes, ayudarles o ser guías para su mejor desarrollo y que se puedan desenvolver en cualquier área de su vida, de la mejor forma.
 
Nadie recuerda cuando fue joven, todo lo que hacía y lo que no. Levantarse con acné, las hormonas “alborotadas” —como dicen por allí—, las situaciones familiares, los problemas amorosos y, sobre todo, la aceptación de los demás. Todos estos son  situaciones cotidianas que atraviesan nuestros jóvenes. 
 
Como he mencionado en anteriores artículos, todo inicia en casa, desde la crianza del niño hasta que deje el nido. Considero importante establecer lazos entre la familia y la sociedad, saber qué lugares frecuenta su hijo y con qué personas se reúne, conocer su círculo de convivencia, involucrarse en todas sus actividades. Hago la salvedad de que también le brinde su propio espacio.
 

¿Cómo puede contribuir a un buen desarrollo en los adolescentes? 

Aquí les dejo algunas recomendaciones:

Reforzar la autoestima. Siempre es beneficioso para ellos, ya que es una etapa en la que las emociones se encuentran a flor de piel, y es necesaria esa retroalimentación constante. Un joven seguro de sí rendirá satisfactoriamente en todo. 
 
Déjelo dormir. Sí, así como lo leyó. Los estudios indican que los jóvenes deben dormir 9 horas por noche, incluso el crecimiento físico de un adolescente puede ser afectado por una falta crónica de sueño, ya que la hormona del crecimiento está más activa durante el sueño.
 
Toma de decisiones. Todos nos equivocamos en la vida, todos fuimos jóvenes. La juventud no necesita nuestra crítica, sino nuestro apoyo. Seamos una guía para que ellos puedan tomar decisiones para su beneficio, y lo más importante, que le hagan sentir bien sin esperar la aprobación de terceros. 
 
Los jóvenes se aburren de tanto escuchar, dejemos de hablar y comencemos a hacer. Las charlas, los conciertos, las dinámicas de grupo, todas estas actividades motivan al joven a involucrarse más y no fijarse en actividades nada beneficiosas como pandillas, drogas, etc.
 
Buena comunicación y fomentar la confianza. Si usted regaña más de lo que refuerza las conductas positivas, entonces lo que obtendrá es un adolescente frustrado y desmotivado. Gane su confianza, invítele a comunicarse, establezcan vínculos. 
 
Escúcheles y oriénteles. Sea su padre y también su amigo. Ponga límites cuando deba y ofrezca privilegios cuando ellos, con su madurez y responsabilidad, se lo ganen.
 
La ONU quiere para 2019 que la educación sea más inclusiva y accesible para todos los jóvenes, porque es la única manera de empoderarlos y lograr su participación en la sociedad, haciéndola más justa. 
 
¡Aún hay esperanza en nuestra juventud. Luchemos por ellos! 
 
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