Algunas estrategias para comer saludable fuera de casa

Lun, 05/06/2019 - 16:26
Escoge lo mejor del menú en los restaurantes, sin sentir remordimiento alguno.

Últimamente son muchos los pacientes que asisten a consulta, porque necesitan cambiar de manera urgente su alimentación, ya sea por temas específicos de salud o porque simplemente quieren cuidarse y prevenir enfermedades. Algo muy común es la preocupación de saber si es posible comer fuera de casa a la vez que logran sus metas. Ante esta pregunta siempre les respondo: “sí, sí y sí”... Y luego les explico…

Hablando claro

Para nadie es un secreto que comiendo en casa la mayor parte del tiempo, obtenemos muchos beneficios que aportan a nuestro objetivo de salud. La razón es sencilla y se basa en los ingredientes, las porciones y el método de preparación; sin embargo, hoy en día son muchas las obligaciones que debemos cumplir y el tiempo parece insuficiente, por lo que a algunos, especialmente a aquellas personas que trabajan en la calle, no les queda otra alternativa que recurrir a las opciones afuera

Veamos algunas estrategias para escoger lo mejor del menú en los restaurantes, sin sentir remordimiento alguno.

  • Evita los excesos. Es muy común encontrarnos con opciones de entradas, postres, agrandados y  extras. ¿Te suena familiar? Procuremos poner prioridad en el plato fuerte y dejarnos de adornos adicionales.
  • Selecciona con anticipación. Me refiero al lugar donde comerás. Por ejemplo, si trabajas en la calle, evalúa los posibles  sitios que estén dentro de tu ruta (o rutas), y si es una salida eventual, elige aquel restaurante en donde cuenten con opciones sin freír y guarniciones como verduras, ensaladas o granos. Opta siempre por carnes, pollo, pescado y similares a la plancha, a la parrilla o al horno, y  acompañamientos como vegetales salteados o yuca hervida.
  • Más simple es mejor. No te preocupes, no me refiero a que la comida sea insípida, sino a que sea de preparación sencilla; porque entre más ingredientes, usualmente tenemos más calorías por porción. Por ejemplo, no es lo mismo una papa asada con una salsa ligera de limón a unas papas fritas con queso y tocino. 
  • Cuidado con el panecillo. Es muy común que se agregue un trozo de pan o “biscuit” al plato sin tomar en cuenta si ya tenemos algún almidón servido. Considera que este sumará calorías innecesarias.
  • Controla las porciones. Siempre es bueno preguntar cómo son las raciones antes de ordenar. Una buena estrategia es que la ración de vegetales sea mayor al almidón en el plato, y por supuesto que haya una buena pieza de proteína. Siempre podrás optar por compartir en lugar de comerlo todo o pedir para llevar lo que sobre. Pero eso sí, no botes la comida. 
  • Ojo con las bebidas. No podemos dejar de mencionar este punto, ya que hay momentos en que el menú es muy saludable, pero al añadirle una bebida consumimos casi todas las calorías que estábamos evitando. Esto no tiene sentido, sobre todo cuando las calorías provienen de bebidas altamente azucaradas que no aportan más nutrientes que simple azúcar.  Pero si tus ganas de una bebida son fuertes, puedes elegir entre limonada con endulzante sin calorías, tipo estevia, o jugo de alguna fruta en agua y sin azúcar, idealmente. Si es  de las bebidas no recomendadas, procura pedir una porción pequeña (vaso de 12 onzas) y llénalo de hielo.
  • Regla de oro. Si se trata de una salida eventual en la que el menú definitivamente no pudo ser saludable, no te des mala vida, solo procura aplicar las estrategias que te sean posibles, pero proponte algo: la comida siguiente debe ser los más sana y ligera posible. Pero ¡ojo! No aplica el saltarte las comidas para compensar, eso definitivamente no funciona, sino que más bien empeora todo.  
  • Postres, al límite. Al igual que las bebidas, los postres (helados, dulces) aportan un extra de calorías, en un valor importante (de 100 hasta 500 calorías más), es por eso que mi recomendación siempre será ¡compartir! Además, debes limitar la frecuencia con que lo haces, por ejemplo, una vez al mes.
  • No todas las ensaladas son saludables. ¿¡Quién lo diría!? Uno pensando que comiendo ensalada se estaba ganando todos los puntos.  Lo que usualmente sucede con ellas es que les añaden aderezos bastante calóricos y en cantidades grandes. Mi sugerencia: pide el aderezo aparte siempre  y usa solo lo necesario. Además, opta por aquellos semejantes a vinagretas (a base de aceite de oliva).

No queremos que tu vida social se vea en aprietos, pero tampoco tus metas de salud, y con estas estrategias sabemos que podrás mantenerte enfocada y motivada a diario.  

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