Cómo lograr “Una Alimentación Sana para un Mundo sin Hambre”

Lun, 10/14/2019 - 06:00
Paralelo a la desnutrición existe la malnutrición donde se involucra el sobrepeso y la obesidad. En el Día Mundial de la Alimentación hablamos sobre esta paradoja.
Cada 16 de octubre desde 1979 celebramos el Día Mundial de la Alimentación. Fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para concienciar al mundo de una verdad tangible: la necesidad de luchar por el hambre, la desnutrición y la pobreza en nuestro planeta. 
 
Este año con el lema “Una Alimentación Sana para un Mundo sin Hambre” sin duda se contribuye con el logro del segundo objetivo de desarrollo sostenible #ZeroHunger: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.  
 
Debo confesar que me llama mucho la atención este lema 2019, porque hace ver que poco a poco nos hemos dado cuenta de que no es solo lograr erradicar el hambre, sino asegurar una alimentación equilibrada y nutritiva que permita conservar la salud de las personas. Y es que paralelo a la desnutrición existe la malnutrición donde  se involucra el sobrepeso y la obesidad.
Alrededor de 670 millones de adultos son obesos y 160 millones de niños padecen de obesidad o sobrepeso, al tiempo que más de 800 millones de personas padecen de hambre. ¡Qué contradictorio  y complejo, pero es una realidad! Nuestra realidad.
 
Uno de los motivos por los que puede estar ocurriendo esta paradoja es por la evidente evolución social de las últimas décadas en donde vemos familias que ya no cocinan en casa sino que compran comida rápida, lista para comer, agradable al paladar y que sacia el hambre momentánea. Esatas comidas son deficientes en nutrientes y altas en sustancias procesadas que en conjunto incitan al desarrollo de la obesidad, el sobrepeso y la deficiencia de nutrientes como vitaminas y minerales. Como podemos ver, que una persona esté obesa no significa que esté bien nutrida. Y ¿qué podemos hacer al respecto?

Nuestras acciones son nuestro FUTURO

La FAO convoca a todo quien quiera participar en esta misión diciendo que: puedes ser empresario, agricultor, miembro del gobierno de tu país o sencillamente un ciudadano que comprende la importancia de su aporte para cambiar las cosas. Aclara que no solo se trata de erradicar el hambre sino de asegurar una alimentación sana para todo el mundo y nos brinda estas sugerencias para empezar a accionar desde HOY, ¡Toma Nota!
 
1. Opciones alimentarias
Dentro de esta estrategia nos aconseja acatar la información que ofrece nuestro país en cuanto a cómo llevar una alimentación saludable y equilibrada. En este caso nuestro Ministerio de Salud cuenta con sus propias guías alimentarias. ¡No te quedes sin verlas!
 
Además, nos recomienda añadir vegetales, frutas, legumbres, granos y frutos secos en nuestra alimentación diaria, recordando la importancia de reducir el consumo de almidones refinados, es decir cambiar el arroz, panes y cereales blancos por su versión integral; también las azúcares y alimentos que la contenga como sodas, jugos, dulces, pastillas, postres, etc. Así mismo, incentiva a evitar el exceso de sal, sobre todo la contenida en productos empacados, enlatados, sazonadores artificiales y otros. Las grasas también son aconsejables mantenerlas al margen, sobre todo cuando se trate de frituras u otro tipo de alimento procesado.
 
2. Alternativas para el planeta
Pensemos más en el medio ambiente, evitando la compra de productos con embalajes exagerados y considerando el impacto ambiental de aquello que comemos, es decir, si se utilizan muchos recursos naturales para fabricarlos, etc.
 
Para mantener la biodiversidad podemos preferir más frecuentemente una dieta con opciones tradicionales, locales y de temporada, como es el caso de las frutas y vegetales, además, procurar consumir especies de pescados más abundantes en la fauna marina, en lugar de aquellos en peligro de ser sobre-pescados. 
 
Un punto muy importante, ¡evita el desperdicio de comida! Es decir, tener que tirarla a la basura. Creo que a muchos nos puede pasar y para esto lo recomendable es: almacenar los alimentos correctamente para mantenerlos frescos; además, constantemente revisar qué tenemos en la alacena y refrigerador antes de ir a hacer compras, y acomodar los alimentos de tal forma que lo más antiguo esté adelante y sea consumido prontamente. Utilizar recipientes adecuados para guardar aquellos ya cocidos y congelar lo que se pueda usar en otra ocasión cercana. 
 
3. Decisiones de vida
En este punto, la FAO nos invitan a reforzar los lazos humanos relacionados al objetivo #Zerohambre, desde comer en compañía para tener buena salud emocional y así disminuir el riesgo de desarrollar obesidad y sobrepeso, cocinando más en casa para los tuyos hasta ser una persona proactiva en cuanto a adquirir conocimiento sobre cómo alimentarnos y vivir sanamente haciendo más ejercicio y construyendo buenos hábitos. También es necesario compartir ese nuevo aprendizaje con otros a la vez que le animamos a re-conectarse con la alimentación sana, pues al final “la comida es una de las cosas que más nos une” menciona la FAO en su documento 'Receta para una vida Saludable'. 
 
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