Cómo ayudar a un niño para que controle y comunique sus emociones

Mié, 06/19/2019 - 06:00
“De qué sirve que un niño sepa colocar Neptuno en el Universo si no sabe dónde poner su tristeza o su rabia” -José María Toro
Los seres humanos somos emocionales. Muchas veces nos dejamos llevar por lo que sentimos. Si incluso como adultos se nos dificulta apartar las emociones, para un niño ¡es un todo reto!
 
Las emociones en los niños surgen progresivamente a medida que van creciendo, y estas se encuentran programadas biológicamente. 
 
Así como el desarrollo cognitivo se va dando poco a poco, el niño va tomando conciencia de sus propias emociones y comienza a entender las de los demás.  Alrededor de los 2-6 años, el menor se percata que los demás sienten distinto a él, e inicia esa etapa de socializar con sus pares.
 
La regulación emocional en las edades preescolares comprende desde los 2 años a los 6. En esta etapa los niños aprenden a dirigir y controlar sus emociones. La regulación emocional es fundamental para las distintas áreas de sus vidas y es necesaria la intervención a tiempo para ayudarles a manejarlas. 
 
En la actualidad, se están preparando niños para afrontar el mundo laboral, más no el mundo real. Sí, quizás suene algo complicado o contradictorio, pero de nada vale una mente brillante si no sabe controlar sus emociones. El niño puede saber sumar, restar, leer, etc, pero si no sabe cómo manejar lo que siente, el trabajo entonces está incompleto.
 
Los niños no son máquinas que deben hacer todo lo que se les dice o enseña en la escuela o en el hogar, ellos deben ser seres integrales, capaces de poder desenvolverse en cualquier área que deseen, tomando decisiones balanceadas que le favorezcan tanto a ellos como a sus compañeros. 
 
Para nadie es fácil canalizar sus emociones, pero es necesario aprender. 
 
 
El doctor T. Berry Brazelton, investigador de la universidad de Harvard y conocido escritor sobre temas del desarrollo infantil, se muestra complacido con la actual dirección de las investigaciones. Dice: "Ya era hora de que empezásemos a observar más atentamente las emociones", dice. "Todo lo que sabemos sobre los niños demuestra que un desarrollo emocional saludable es la clave para otros tipos de crecimiento".
 
Debemos enseñarles a los niños el significado de las emociones y cómo expresarlas. Nadie dijo que está mal enojarse o sentirse triste. No, esto no es malo; lo incorrecto puede ser la forma de expresar estas emociones ante los demás. 

¿Qué hacer si tu hijo no controla sus emociones?

Se observan conductas no apropiadas en los niños en donde estos golpean, gritan o tiran cosas, solo por el hecho de que están molestos o se sienten frustrados, sin padecer ningún tipo de condición.  A ellos se les debe explicar que está bien sentirse así, es parte de ser humano; sin embargo, se le debe enseñar que no es correcto actuar de esa forma, y que hay formas de canalizar esa frustración o rabia, ya sea a través de ejercicios de respiración, dibujos, charlas, entre otras cosas. 
 
Permítale hablar, expresarse, déjele sacar su enojo, tristeza, ira o cualquier sentimiento que no le esté haciendo bien. No le diga que no es nada, ¡sí lo es! Lo que a veces pensamos que no es nada o vemos como “tonto” para él o ella es muchísimo. Haga valer sus sentimientos y déjele saber que independientemente de todo, puede lograr calmarse y expresar su molestia o dolor de otra forma. 
 
Los adultos (padres, profesores, tutores, etc.) somos los modelos y ejemplos más importantes para los niños, por eso los niños aprenden basándose en la observación de nosotros.
 
Como podemos observar, desde temprana edad se puede y debe empezar a enseñar la educación emocional para ayudar a los niños a tener una mejor infancia y, sobretodo, una vida más feliz.
 
Saber reconocer nuestras emociones y las de los demás, al igual que comunicarlas eficazmente, es fundamental para el desarrollo de los niños y que estos sepan adaptarse a la sociedad para aprender a crecer felices. ¡Entre todos podemos ayudarlos!

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