- Sexo y Pareja
Uno de los temas que más controversia genera a nivel sexual, y heterosexual principalmente.
Una de las prácticas sexuales más comunes del mundo muchas veces es netamente asociada con los homosexuales, pero cada vez hay más mujeres que desean experimentar la diversión por la puerta trasera. Aquí te traemos 5 mitos sobre el sexo anal que tal vez desconozcas, o también pienses igual. Una práctica que, a pesar no ser fácil, podrá potenciar tu relación.
Dolor, dolor y más dolor
El ano no produce lubricación natural como lo hace la vagina, por lo tanto, necesita de ella para que pueda gozarse y que todo entre en su lugar. La saliva es por excelencia la forma más “natural” de hacerlo –en este caso a través del beso negro-, pero no llegará a tener una lubricación tan intensa como se debería.
Recuerda que el esfínter necesita estimularse. Esto podría llegar a tomarte hasta 30 minutos y siempre deben venir acompañados de besos y caricias. El ano debe estar dilatado, por lo que te recomendamos que te relajes y con tu pareja vayan poco a poco. Primero unos dedos (no olvides jamás tu higiene), para luego ir introduciendo el pene poco a poco. Recuerda respirar y encontrar aquel punto de paz y tranquilidad en tu mente.
Las mujeres no lo practican en lo absoluto
Según un estudio realizado publicado en Agosto de 2015 por el Journal of Sexual Medicine, un 36.3% de las encuestadas habían practicado sexo anal alguna vez en su vida. En la investigación se analizaron a 10,463 mujeres heterosexuales sexualmente activas entre 15 – 44 años.
El estudio reveló que las mujeres en sus años 20 son las que más lo practican, aquellas sin ninguna afiliación religiosa, y con mayores niveles de ingreso económicos y educación. Además, es más común entre parejas casadas o que llevan mucho tiempo viviendo juntas.
¿Preservativo para qué si no quedaré embarazada?
Es cierto que no quedarás embarazada durante el sexo anal, pero el uso del condón es primordial en esta práctica sexual. La mucosa rectal posee bacterias, y además está comprobado que puede haber un riesgo mayor de contraer enfermedades de transmisión sexual.
El ano es una zona sucia
Junto con el dolor, esta es una de las percepciones que más se tienen sobre el sexo anal. En efecto no es una zona del todo limpia, pero como cualquier parte del cuerpo, necesita de una buena higiene. Si sabes que te tocarán la puerta trasera, come ligero y ve al baño para que vacíes lo más que puedas. Lava bien la zona rectal y utiliza enemas para que la limpieza sea aún más completa.
Que la única sorpresa que ambos se lleven se llame placer…
¿Acaso sentiré placer?
Esta es una de las zonas más sensibles y con mayor cantidad de terminaciones nerviosas del cuerpo, por lo que al estimular todos estos sentidos sentirás otra clase de placer. Recuerda que no es solo el hecho de ser penetrada. Las caricias, besos y sentimiento de deseo contribuirán inmensamente. Esta práctica sigue siendo un tabú, por lo tanto, el “hacer algo prohibido” sube el morbo y te hará disfrutar aún más.
Como cualquier practica sexual, recuerda que es una decisión y consenso de ambos. Si no te sientes cómoda, comunícaselo a tu pareja porque el sexo es algo para disfrutar y no pasar un mal rato.
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