Esto le pasa a tu cerebro cuando te enamoras

Mié, 11/04/2015 - 17:02

¿Alguna vez te preguntaste cómo funciona la química de tu cuerpo cuando te das cuenta de que estás enamorada?

Todas sabemos que los primeros símbolos de la atracción hacia otra persona son las mariposas en el estómago o los nervios repentinos, la risa incontrolada, el enrojecimiento de los cachetes, entre otros. Y más allá de que todos asociemos estos síntomas corporales con algo como el amor, la verdad es que todo tiene su explicación biológica.

Química pura

En el proceso del enamoramiento se involucran varias características propias de los sexos femenino y masculino. Por ejemplo, aquel dicho que todos sabemos de memoria: el hombre se enamora por la vista y la mujer por el oído.

Un estudio realizado por la Universidad de Loyola (EE.UU.), específicamente por el Departamento de Psiquiatría y Neurociencias, determinó que al enamorarnos se genera una invasión de sustancias químicas en nuestro cuerpo, las responsables de los síntomas que ya mencionamos. La directora de la investigación, Domeena Renshaw, explica que el “cocktail” químico incluye dopamina, adrenalina y norepinefrina. La primera es un neurotransmisor y hormona que está asociada a un sistema de recompensa y placer en el cerebro, así que cuando ella se libera, nos podemos llegar a sentir muy bien. Las otras dos son aquellas que no nos dejan dormir, producen taquicardia y aumentan la producción de adrenalina en el cuerpo.

Además, existe la serotonina, una hormona que ayuda a controlar los impulsos y comportamientos obsesivos, y por último la feniletilamina, una anfetamina natural que contribuye a la sensación de bienestar y brinda energía.  

Otra investigación realizada por la Universidad College de Londres asegura, a través de capturas de imágenes de cerebros enamorados, que cuando una persona ve a su ser amado se activan ciertas zonas del cerebro, como por ejemplo la corteza cingulada anterior, el área que también responde al estímulo de drogas sintéticas al producir sensaciones de euforia. Sin embargo, lo más interesante del estudio es que áreas del cerebro quedan inhabilitadas, entre ellas las áreas encargadas de realizar juicios sociales y de someter al prójimo a valoración, lo que en ciertos casos nos convierte en “ciegos del amor”. 

Las sustancias de la fidelidad

Muchos hablan también de las sustancias de la monogamia, les dicen así por sus efectos. Hablamos primero de la oxitocina, aquella hormona que el cerebro libera cuando recibimos un abrazo, una caricia o un apretón de manos. La oxitocina se descubrió en 1953 y lleva el nombre de “sustancia química del abrazo”. La liberamos las mujeres y los hombres por igual, y por supuesto, su mayor producción se efectúa cuando existen relaciones sexuales. Está comprobado que puede llegar a aumentar a un 400% por encima del nivel normal. El efecto que tiene es crear un vínculo emocional entre ambas personas, también es la responsable de ayudarnos a superar el "miedo social". Esta es la misma hormona que se libera durante el parto y la que actúa para crear el vínculo emocional entre una madre y su hijo.

La segunda sustancia que aporta a la unión y fidelidad de la pareja se llama vasopresina, muchos investigadores han concluido que al suprimir este elemento muchos hombres pueden abandonar la pareja y buscar nuevas compañeras.

Menos dolor

En un estudio realizado por la Universidad de California se comprobó que el enamoramiento disminuye la sensación de dolor. En el experimento se trabajó con 25 mujeres a las que se proyectó la foto de sus novios en un pantalla mientras se las sometía a estímulos dolorosos. Todas ellas sintieron menos dolor al ver a sus parejas que cuando aparecía otra persona. Según los investigadores esto se debe a que aparecen imágenes mentales placenteras.

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