Uso adecuado de los atuendos tradicionales femeninos de Panamá

Mié, 12/12/2018 - 09:00
La camisola, la pollera montuna y la pollera de gala son de las vestimentas típicas más utilizadas en los eventos. Te decimos los sí y los no en su uso.
Durante muchas celebraciones folclóricas y culturales, es costumbre utilizar algunas vestimentas típicas para honrar a Panamá.
 
La camisola, la pollera montuna y la pollera de gala son de las indumentarias más utilizadas en los diferentes eventos, pero cada una tiene su código de uso. A continuación el investigador de indumentarias tradicionales Eduardo Alberto Cano Espino menciona algunas consideraciones para tener en cuenta a la hora de lucir alguno de estos trajes.
 

Camisolas

El investigador Cano ha clasificado esta indumentaria tradicional como una de usanza regional, “porque el espacio de faena ya no existe”, expresa. “Su espacio de uso se perdió por la modernidad, pero en los tiempos actuales se ha revivido como una indumentaria tradicional, siendo utilizada en diferentes celebraciones como fiestas patrias, eventos que tengan que ver con temas de identidad cultural, carnavales, eventos folclóricos, festivales folclóricos, desfile de las mil polleras, entre otros”.
 
La camisola se debe utilizar en una forma muy sencilla, ya que se debe imitar su uso antiguo. Cano sugiere pocas joyas. “No debería sustituirse el pollerón por el de montuna, ni usar tocados estilo pollera de gala”, advierte. Solo se deben utilizar zapatos tradicionales de pana color negro, además, “evitar usar rebozos amarrados en la cintura estilo hamaca de rayas, que no son propios de nuestras indumentarias”.
 

Montunas

Estas indumentarias tradicionales panameñas constan de una camisa (con arandelas y rica encajería) y un pollerón de tela estampada con fondo de colores vivos. Cano la ha clasificado dentro de las indumentarias de influencia europea, de las cuales existen alrededor de doce variantes en el país.
 
“La montuna es una indumentaria que se puede utilizar de forma sencilla. Según la región, se atavía de diferentes formas, ya sea con sombrero o tembleques de colores. Se utiliza de uno a dos pares de peinetas y no se debe utilizar peinetas robacorazones”, dice el investigador. 
 
Agrega que el vestuario se debe complementar con zapatos de pana negros o de color del enjaretado y pocas joyas. 
 
Aconseja ser muy cuidadosos al momento de escoger el largo, color y grosor de los moños si se va a usar cabello artificial. “Lo preferible es utilizar el cabello corto suelto con sombrero, usar joyas mesuradamente, no utilizar tembleques blancos ni rebozo de rayas estilo hamaca”, dice. Tampoco se puede llevar gargantillas ni zapatos de satín con hebillas; y en caso de usar accesorios tejidos, estos siempre deben ir en blanco.
 

Pollera de gala

Cano ha clasificado este atuendo como una indumentaria de influencia europea. “En la actualidad la más utilizada es la pollera blanca de encajes y alforzas”, dice,  y agrega que en los últimos años ha tomado auge el uso de las polleras de organza  bordada. También existen polleras de gala estampadas, de labores corridas, pasteles, de coquito, de hiladillo, entre otras.
“Las polleras de gala se utilizan en ocasiones diversas: las blancas, para bodas; y las otras polleras de gala, en eventos folclóricos, festivales, fiestas privadas con tema folclórico, desfiles patrios, desfile de las mil polleras, entre otros”, ilustra Cano.
 
El estudioso comenta que este tipo de pollera se lleva con características específicas según la región a la cual pertenece. “En las polleras de gala antiguas se debe tomar en cuenta el atavío original; además de los tembleques, se puede usar sombrero, tanto con polleras de gala sin labores como de labores”, expresa.
 
El estudioso enfatiza que no se debe utilizar joyas en exceso, que no permitan apreciar la labor de la camisa. Además, los tocados de tembleques siempre deben permitir apreciar el cabello de la mujer. “Hay que evitar meterse el rebozo por dentro de las mangas de la camisa y utilizar accesorios tejidos en colores vibrantes (siempre deben ser blancos). Tampoco combinar estilos en el atavío de polleras regionales”.
 
Aunque Cano expresa que el folclor evoluciona y que el uso de la vestimenta tradicional queda a discreción de cada quien, sí opina que las personas deben informarse y que se deben hacer acciones para educar a la población y no caer en estilizaciones que desvían el uso de los diferentes trajes tradicionales.
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