El príncipe Harry y Meghan en su viaje premamá

La cuarta edición de los Juegos Invictus dará inicio el sábado 20 de octubre. El creador del evento, el príncipe Harry, junto a su esposa, Meghan Markle, escalaron el icónico puente de la bahía de Sídney para izar la bandera en pro de los militares y veteranos de guerra enfermos o heridos.

 

La construcción de 134 metros de altura con más de 1.000 escalones, conocido como el puente más grande del mundo, fue ascendido con el objetivo de izar la bandera del evento por la duquesa de Sussex, quien se encuentra embarazada de su primer bebé, acompañada de su esposo, el Príncipe Enrique, el primer ministro de Australia Scott Morrison, cuatro miembros del equipo australiano y la embajadora de los juegos Gwen Cherne, quien toma un papel importante dentro del acontecimiento ya que es viuda del veterano australiano que se suicidó en febrero tras regresar de las guerras de Irak y Afganistán.

 

"El puente de la bahía de Sydney es un ícono australiano y no puedo pensar en un mejor lugar para izar la bandera", dijo Morrison en un comunicado. 

 

Enrique fundó en el 2014 el evento multideportivo organizado en conmemoración a los veteranos de guerra incapacitados o lesionados, dando la oportunidad de competir por personas discapacitadas en deportes como el baloncesto en silla de ruedas. El motivo es inspirar a estas personas a la recuperación de su condición.

 

Este año, los Juegos Invictus Sydney 2018 se desarrollarán en Australia y la bandera se colocó 124 metros (440 pies) sobre la Bahía para que ondee hasta que se culmine los juegos el 27 de octubre. Durante la ceremonia de inauguración y clausura se presentarán los 500 deportistas de 18 países.

 

 

Enrique y Meghan aprovecharon y conocieron un poco más la región, visitaron diferentes lugares y se relacionaron con residentes. Caminaron por la arena de la emblemática playa de Bondi Beach y participaron en una reunión de surfistas conocidos como la asociación “OneWave”. El grupo se enfoca en el bienestar mental, semanalmente se encuentran para realizar un círculo contra las malas vibras e intentan superar problemas psicológicos. "Están súper apasionados por la salud mental. Están mostrando que la salud mental no discrimina", dijo el cofundador de OneWave, Grant Trebilco.

 

Charlotte Connell, miembro de OneWave, habló sobre Enrique, ya que aportó dentro del círculo sus experiencias acerca de las terapias de hace más de 20 años tras la pérdida de su madre, la princesa Diana, quien falleció por un accidente automovilístico en París a finales de los años noventa. "Enrique dijo que no le tomó seis meses, sino 18, encontrar a la persona adecuada con quien hablar. 'No van a encontrar a la persona correcta para hablar de inmediato'", dijo Connell.

 

Tanto Enrique como Meghan usan el ejercicio como una herramienta para mantenerse sanos, añadió. "Aun afectada por el jetlag, ella se levantó por la mañana e hizo yoga a las 4.30 a.m.", indicó Connell. "Dijo que era muy bueno para la mente".

 

La famosa pareja lucieron collares de flores y vestían con ropa casual. Meghan, llevaba un vestido largo veraniego, y Enrique, un camisón azul  y pantalón color beige. Mientras los residentes usaban tonalidades más vibrantes, como fucsias, naranja, verde y amarillos.

 

Luego de un día playero, se acercaron inesperadamente a la Escuela de Secundaria para Niñas Macarthur en Parramatta, ubicada en el centro de la ciudad. Las estudiantes de la institución se encontraban muy felices y recibieron con gritos de emoción a los enamorados cómo si fueran estrellas de rock. "Cuando entraron, sentí que el corazón se me detuvo. Su presencia simplemente nos sorprendió a todos", dijo Rhiannon, una estudiante de 15 años. Luego de terminar sus eventos, Harry y Meghan desean viajar a Fiyi, Tonga y Nueva Zelanda durante su gira de 16 días.