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Agua, agua y más agua.
No es una opción. De seguro a estas alturas tendrás armada toda una rutina de cuidado facial, si no es así, puedes chequear la nuestra.
Jabones, exofliantes, tónicos, aguas miscelares, hidratantes, etc, etc, etc... pero el verdadero milagro lo hace el agua. Sí, el agua. Y probablemente estarás diciendo: pero ya lo utilizo en mi limpieza diaria, y trato de tomar los litros recomendados al día.
Pues no hablamos de eso, sino de aquella antigua tradición del 'baldazo de agua fría para despertarse'. Aunque creamos que solo era un mito popular, realmente no lo es. El agua fría puede tener muchos más beneficios de lo que imaginas, y sí, en tu rutina de belleza.
Jenny Patinkin, reconocida maquillista de celebridades, explica al sitio Bustle que "el agua fría, básicamente, proporciona a la piel un choque que la pone temporalmente en modo de recuperación. Esto eleva la circulación y es lo que hace un aspecto más fresco y más vibrante.
La experta en cuidado de piel, Karen Ballou, también explicó al sitio que "Un enjuague con agua fría puede ayudar a disminuir la inflamación y la hinchazón en la piel, que tanto exacerban el proceso de envejecimiento de la piel."
Y agregó que "el agua fría, especialmente en el cuello, ayuda a regular la temperatura del cuerpo y puede reducir la ansiedad y el estrés que pueden causar brotes de acné, rosácea, eczema, o incluso en algunos casos".
Ya sabes, por mucha pereza que tengas en la mañana, dale un chance al agua fresquita.
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