Consejos para hacer tu propia pollera, y no comprar imitaciones

Jue, 11/05/2020 - 07:17
Adquirir una variedad de pollera económica o confeccionarla con las propias manos es una gran solución para las mujeres que quieren empollerarse, en lugar de comprar vestuarios típicos falsos.

La pollera panameña es un traje con muchas variantes a nivel nacional. Todas tienen un gran valor cultural y ninguna está por encima de otra, ni de cualquier vestimenta tradicional panameña. Muchas panameñas –e incluso extranjeras- sueñan con vestir el hermoso traje; pero declinan por creer que se trata de una vestimenta costosa, para la élite, que muy pocos pueden usar.

 

Aunque sí hay polleras costosas que sobrepasan los 10 mil dólares, como las santeñas de gala, lo cierto es que existen muchos tipos del vestido que son igual de hermosos e importantes y que las mujeres pueden llevar con seguridad y dignidad. Incluso, algunas se pueden confeccionar en casa, con paciencia, tal como hacían nuestras abuelas.

 

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Comprar una variedad de pollera económica o hacerla con las propias manos es una gran solución para las mujeres que quieren empollerarse, en lugar de comprar imitaciones de vestuarios típicos, ya que esto va en detrimento de los artesanos, menoscaba la identidad nacional e incluso va en contra de la Ley de artesanías ( Ley 11 del 22 de febrero de 2011).

 

Los mitos que perjudican el traje

El tema de la pollera genera mucha controversia, pues existen ciertos mitos, como que pollera es solo la de gala santeña y que el traje solo se debe confeccionar totalmente a mano, lo cual puede incentivar a que la gente termine comprando imitaciones.

 

 

Estas afirmaciones están alejadas de la realidad para el investigador Eduardo Cano, quien durante más de 20 años se ha dedicado al estudio y difusión de las vestimentas tradicionales del país. Él pide informarse más sobre el tema cultural para evitar caer en  errores.

 

“Yo lo que veo es falta del conocimiento tradicional, ya que por años se ha difundido la idea de que las polleras de gala son de ‘lujo’;  si fueran de lujo, solo dos o tres damas muy adineradas, de todo Panamá tendrían una”, comenta Cano.

 

Otro mito es el valor artesanal. “Por otro lado, si es ‘hecha a mano’, eso fue algo que se inventó un grupo de un concurso, pero en la realidad, eso nunca fue así. No vamos lejos: las que tienen polleras centenarias o de principios del siglo XX pueden revisarlas y verán que tienen muchas partes del armado hechas a máquina, otras inclusive hasta encajes pegados a máquina (hasta las hechas en Los Santos), empates y bastas, pretinas a máquina… ahora es que han querido echarle tierra a eso, pero las evidencias existen, no solo en una o dos, sino en casi todas las polleras”, detalla.

 

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Otro mito es que la pollera solamente es de labor, lo cual ha popularizado aún más la de gala santeña, una variante de labores corridas que se caracteriza por las técnicas artesanales tan laboriosas y detalladas que adornan sus telas, y que es más costosa que las otras. "La pollera se ha comercializado... La han subido que es una barbaridad", opina la profesora Norma de Testa, quien ha escrito cuatro libros sobre tradiciones panameñas. Para ella, esto se debe a la "supuesta evolución" que ha tenido el traje de gala. "De 1980 para acá es que las polleras están alteradas totalmente", dice, agregando que uno de los grandes cambios consiste en que se ha ensanchado el pollerón. Menciona que antes se hacía con 10 yardas y ahora, ‘desde que los ballets folclóricos impusieron que la mujer debe alzar la falda', lo hacen con más de 20, lo cual encarece los precios.

 

Para Cano hay que hacer docencia con el fin de echar a un lado estos mitos y que las mujeres opten nuevamente por hacer sus polleras. “Las que hacían sus polleras, dejaron de hacérselas, porque pensaron que estaban mal hechas, al conocer lo que hacen en otras regiones, y ahora, hasta alegan que comprar imitaciones mal hechas es la solución”.

 

Pero hay que tener mucho cuidado de no caer en la industrialización del traje. "Hacer una pollera y armarla a máquina no es hacerla industrial. A máquina se empatan tiras, se pega encaje y ya. No tiene labores hechas con una computadora en máquinas industriales ni mundillos industriales", dice, lo cual es muy diferente a hacer el proceso totalmente industrial. "Industrial es más cuando es algo hecho en cadena,  totalmente a máquina. En la parte industrial todas las piezas son iguales, sacan 200 polleras iguales, hechas en cadenas industriales... Es como hacer uniformes".

 

 

Usar otras variantes

Una forma de evitar caer en el error de comprar polleras falsas es usando otros de sus  tipos, más económicos.  Además, esto permite mantener vivas todas las variantes dentro del folklore.

 

“Existen muchas, inclusive hasta polleras regionales. Claro está, que no son tan suntuosas como una de gala de labores santeñas. Las mujeres no se las ponen porque se sienten que lo que llevan puesto es menos que lo de otra con labores, pero si no se usan las indumentarias menos suntuosas, desaparecerán, ese es el verdadero peligro”, asevera Cano.

 

Cano señala que en cuanto a indumentarias de usanza regional existen muchas que son asequibles como las camisolas de encajes blancos industriales, las camisolas mangonas, las chambras estampadas, la chambra matiné chepana.

 

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Las polleras que se pueden conseguir a menor costo son:

  • Montunas de una arandela, hechas en tela y encajes en blanco (están rescatándolas)
  • Montunas de dos arandelas en blanco
  • Montunas de camisa estampada (rescate)
  • Inclusive las montunas de labores bordadas (bordado sencillo relleno, en punto atrás) con encajes en blanco (se encuentran difundiendo).
  • También polleras de gala de telas blancas, con alforzas
  • Polleras estampadas (rescate)
  • Polleras afro coloniales de Darién,
  • Pilón o macho portobeleño
  • Pollerines del área de La Chorrera,
  • Polleras de zaraza del área de Coclé, entre muchas más.

 

Confeccionar tu pollera, una gran solución

Una de las soluciones para  una persona que quiera vestirse con atuendos tradicionales, pero que por ejemplo no puede pagar una pollera de gala de más de 10 mil dólares, es confeccionarla en casa. Se puede hacer desde indumentarias a la usanza tradicional hasta otras estilizadas, a un precio muy accesible.

 

“Nosotros nos apegamos a lo que nos dice la investigación, en el siglo pasado, la mayoría de las mujeres hacían sus polleras. Las que no tenían habilidad o tiempo de hacer algunas partes, contrataban una artesana que se las hiciera (sobre todo el mundillo), o le ponían encajes de tienda; pero lo normal era que las mujeres destinaran parte de su tiempo a la confección de la pollera, y esta era una labor que se hacía con tiempo, uno o dos años antes de la fecha en la cual iban a estrenarla”, manifiesta el estudioso Cano.

 

Por otro lado, menciona, “en el común de los casos solo tenían una pollera de labores para toda la vida, no tenían un estreno para cada fiesta, como ocurre ahora. Las labores no eran tan rellenas, ni complicadas, ya que eran dibujadas generalmente por ellas, siguiendo patrones de revistas o su imaginación; al ver otras polleras ya existentes, o sea que los dibujos se parecían, en otros casos hasta se prestaban la labor entre vecinas, y claro está, hacían muchas partes a máquina, las labores siempre a mano, pero otras partes armadas a máquina”.

 

Para él, no es imposible hacer una pollera, una chambra o una camisola, solo hay que programarse. “Los materiales se compran por partes, como hacen casi todas las mujeres, hasta las más adineradas, y ponerse manos a la obra, con paciencia. Esa es la solución, un poco de esfuerzo”.

 

Planificar la confección es importante, tal como se haría con una pollera mandada a hacer.  “Es muy raro que alguien compre una pollera santeña, por poner un ejemplo, pagándola completa el mismo día. Eso lleva su proceso, inclusive hasta para el pago; pero si usted quiere comprarla hoy para ponérsela mañana, de apuro, seguramente pensará que es imposible poder tener el dinero que piden por ellas”.

 

Tipos de vestimentas que puedes hacer tú misma

Existe una gran variedad de indumentarias que pueden hacerse en casa. Un ejemplo son las camisolas, “ya que son usables en forma moderna para el diario y también a la usanza tradicional con su pollerón; chambras estampadas o de telas blancas con poca encajería, son hermosas y la inversión es poca y durable”.

 

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En cuanto a las polleras, se pueden hacer montunas de una y dos arandelas en blanco o con labores, “el talco es fácil de manipular y da resultados si uno es constante; polleras afro coloniales, son asequibles y se pueden confeccionar en casa; pollerines chorreranos y polleras de zaraza del área de Coclé, son vistosos y asequibles a cualquier bolsillo”, detalla Cano.

 

Sobre las polleras de gala, Cano explica que hay las de tipo estampado, que son hermosas y no necesitan cosérseles labores; las de coquito artesanal bordado, que se pueden hacer con encajes industriales blancos; las polleras bordadas, que requieren menos tiempo de confección y puedes hacerla con dibujos de flores más manejables; inclusive las de tipo marcadas, pero con dibujos menos suntuosos, como se hacía antes”.

 

El costo de confeccionar la pollera va a depender de dónde se compren los materiales y en qué temporada. “Ahora gozamos de materiales muy económicos y de buena calidad, durables, como telas de tejido de laboratorio y encajes del mismo tipo que han venido a abaratar los costos y a brindarnos durabilidad. Hay piezas que haces fácilmente, tipo chambra y camisolas,  con 15 dólares e inclusive menos; polleras de gala que empiezan desde 50 dólares en adelante. Pero esto es para que se las hagan, si van a pagar a alguien que se las arme, obviamente esa labor es costosa y de nada servirá el ahorro realizado en la compra de materiales”, advierte el tableño quien ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo de estudio y divulgación de la cultura panameña.

 

Los consejos de Cano para hacerte tu propia pollera

 

Si optas por hacer tu pollera es muy importante  que te asesores, busques información con tiempo en caso de que no tengas el conocimiento tradicional, y proponerte hacer una cosa a la vez, para que puedas lograr el objetivo y no caer en comprar materiales inadecuados.

 

Actualmente existe información valiosa sobre cómo confeccionar una pollera. Incluso, existen cursos con artesanas calificadas que pueden ayudarte en el proceso. Cuando hagas tu propia pollera sentirás una felicidad y gran satisfacción.

 

Cano sugiere que “primeramente se olviden de todo lo que piensa que sabe en cuanto a pollera, porque muchas se sienten bloqueadas. Luego, buscar un método concreto y probado que le enseñe a cortar las partes con medidas puntuales, si no conoce uno, pongo a disposición mi ‘Manual de Materiales y Medidas de la Pollera Panameña’ que contiene un estudio detallado de medidas, el cual ha dado muy buenos resultados, tanto en los talleres gratuitos que hemos dado, como en damas que solas se han atrevido a hacerse la pollera, sin seguimiento”.

 

También en las redes sociales de Amor por la Pollera, Cano y sus amigos del folklore siempre difunden  información valiosa donde pueden apoyarse. “Cuando pase la pandemia, las invito a las conferencias que damos a nivel nacional, donde irán haciéndose una nueva percepción acerca de la pollera panameña y otras indumentarias, a la luz de las investigaciones y no del sentimentalismo”.

 

Por último, el investigador exhorta no caer en los siguientes errores:

 

  • Hay que evitar los excesos, colores neones, telas extrañas que no se parecen a las tradicionales; estampados o bordados raros, o de tamaños y formas que no concuerdan con lo tradicional, solo porque nos parecen bonitas.
  • Evitar usar encajes demasiado anchos o en colores no tradicionales. El blanco siempre acierta en todo.
  • No dejarse llevar por los consejos de varias personas al mismo tiempo, elija un solo método, porque si aplica varios, no irá lejos.
  • Y entre otras cosas, centrarse en que terminará, que todo esfuerzo la lleva a la meta y que no caiga en ansiedad. Todo es con calma.

 

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