Estas son algunas acciones que las mujeres no podían hacer hace 100 años

Sáb, 03/07/2020 - 07:00
Los derechos de la mujer han sufrido vaivenes históricos, avances y retrocesos, en el largo camino hasta llegar a la situación actual, que para muchos todavía está lejos de ser perfecta.

Para muchos parecerá mentira que hace algunos años un acto tan cotidiano como ponerse unos pantalones o una falda era una prohibición para las mujeres.

Los derechos de la mujer han sufrido vaivenes históricos, avances y retrocesos, en el largo camino hasta llegar a la situación actual, que para muchos todavía está lejos de ser perfecta.
 
Como mañana se conmemora el Día Internacional de la Mujer quisimos hacer un repaso de algunas de las cosas que las mujeres no podían hacer hace 100 años en la mayoría de los países occidentales y en la actualidad son considerados derechos en muchos de ellos.

Vestirse con libertad

En las sociedades occidentales los pantalones eran una prenda masculina, y no fue hasta entrado el siglo XX cuando se empezaron a considerar apropiados para las mujeres.
 
En 1915, la feminista puertorriqueña Luisa Capetillo fue arrestada por ponerse pantalones en público en La Habana, lo que da una idea de cuán estrictas llegaron a ser las normas del vestir en algunos lugares.
Pero los cambios fueron paulatinos. Pat Nixon fue la primera Primera Dama de Estados Unidos que vistió pantalones en público, y lo hizo en 1972.
 
Francia no abolió formalmente la obsoleta prohibición de usar pantalones en la capital, París, ¡hasta 2013! Y aunque las normas y presiones morales sobre el aspecto físico todavía perduran , hoy la libertad es mayor que hace 100 años. 

Votar

El voto es un derecho que se da por sentado hoy en día en muchas partes del mundo, sin embargo, hace 100 años las mujeres en muchos países no tenían este derecho.
 
El voto femenino fue permitido por primera vez para todas las mujeres en Nueva Zelanda en 1893. Australia, Finlandia, Noruega y Dinamarca lo aprobaron entre 1902 y 1915.
 
Reino Unido lo hizo en 1918, aunque solo para mujeres de más de 30 años y que cumplieran (ellas o su marido) ciertos requisitos de propiedad.
 
Pasaron muchos años  para que este derecho llegara a América Latina. El primer país donde pudieron votar las mujeres en la región fue Uruguay, el 3 de julio de 1927. 
 
Pero fue Ecuador, en 1929, el primer país latinoamericano en consagrar en la ley el voto femenino, aunque solo para las mujeres alfabetizadas mayores de 21 años.
 

Divorciarse

Las mujeres "tenían que probar maltrato físico o adulterio, o incluso ambos. Y no podían evitar ser forzadas a tener relaciones sexuales porque la violación se definía como relaciones forzadas con alguien que no fuera la esposa".
 
En Reino Unido, por ejemplo, el divorcio era algo muy extraño antes de 1914 y estaba considerado un escándalo.
 
La ley de Causas Matrimoniales, de 1923, permitió por primera vez a las mujeres solicitar el divorcio en caso de adulterio del cónyuge, algo que hasta ese momento solo podían hacer los hombres.
 
Pero en Estados Unidos, por ejemplo, hubo que esperar hasta 1969, cuando California se convirtió en el primer estado en permitirlo. Chile fue el último país de América Latina en legalizar el divorcio, en 2004.

Administrar sus propios bienes en el matrimonio

La posibilidad de heredar, poner una demanda judicial o participar en contratos no estuvieron siempre al alcance de las mujeres.
 
En Estados Unidos, por ejemplo, estos derechos se concedieron por primera vez a las mujeres casadas en 1848, con la aprobación en Nueva York de la Ley de Propiedad de las Mujeres Casadas.
 
En América Latina, aunque las mujeres ya podían heredar y ser propietarias a principios del siglo XX, en la mayoría de países no podían administrar sus propios bienes si estaban casadas.
 
De hecho, en algunos países las mujeres adquirieron antes el derecho a votar que el derecho a controlar sus asuntos económicos.
 
 
 
 
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