Inteligencia emocional: manténte en control

Mié, 01/13/2016 - 19:30

Nunca es tarde para ser feliz, dice el dicho, y al parecer las últimas tendencias psicológicas han observado uno de los componentes que nos puede llevar más cerca de aquella vida plena y de bienestar que todas soñamos. ¿Sabías que, según estudios e investigaciones, el 20% del éxito de nuestra vida depende del coeficiente intelectual que tengamos y que el 80% que resta es enteramente responsabilidad de la capacidad que tenemos para manejar emociones? Así es, el componente principal parece ser nuestra inteligencia emocional y no tanto la parte intelectual.

La “inteligencia emocional” es “aquella parte humana y de acción social del individuo que le permite tomar conciencia de sus emociones, comprender los sentimientos de los demás (ser empático), tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo y en la vida diaria para alcanzar un estado de fortaleza (resiliencia)”, explicó la psicóloga panameña Sharen Lushman.

Si piensas en cómo reaccionas frente a una mala contestación de una compañera de trabajo, o frente al estrés que te provoca tener que llegar a cocinar, realizar tareas y limpiar en tu casa, ¿qué vendría a tu mente? La inteligencia emocional, en pocas palabras, se trata de nuestra automotivación, perseverancia, el control de nuestros impulsos, la regulación de nuestro humor, la empatía y la esperanza.

Es evidente que si logramos conquistar esta parte de nosotras mismas, tendremos resultados positivos en varios aspectos de nuestra vida. ¡Y como si fuera poco, tenemos una buena noticia para el sexo femenino!

No es algo que esté 100% comprobado, pero hay muchas posturas y estudios que validan el hecho de que las mujeres somos mejores que los hombres en lo que respecta a este tipo de inteligencia. Y es que todas sabemos que, por naturaleza, expresamos muchas más cosas y somos más emocionales que los hombres.

La primera en defender esta postura fue la bióloga Christine de Lacoste-Utamsing, de la Universidad de Columbia. En 1983, Christine realizó un estudio en el que demostró que los cuerpos callosos que unen los dos hemisferios del cerebro eran más voluminosos en las mujeres que en los hombres. Eso quiere decir que el flujo de información es más intenso en las féminas y esto se traduce en la mayoría de los casos a una mejor capacidad de resolver y lidiar con problemas.

Posterior a este estudio, muchos neurofisiólogos demostraron las diferencias que existían en el cerebro de ambos sexos. Las mujeres poseemos el hemisferio derecho (emociones y creatividad) un poco más grande.

Y la tercera razón fue el aspecto hormonal. Fue Louann Brizendine, neuropsiquiatra estadounidense, quien trató de exponer que existía una diferencia hormonal muy marcada entre hombres y mujeres. Además, pudo demostrar que la química cerebral tampoco era la misma. “Las mujeres tenemos mejor inteligencia emocional que los hombres: nuestro hipocampo es ligeramente más grande y es el que registra los datos emocionales. Una segunda diferencia es en el número de neuronas espejo para la empatía: las mujeres tenemos más y son más activas, de manera que nos permiten ponernos en la piel de la persona con la que nos comunicamos mejor que los hombres”, explicó la neuropsiquiatra.

Las claves de la Inteligencia Emocional

Son seis en total: la primera es la percepción de nuestras emociones, es decir, qué tanto las podemos identificar. Luego está comprensión de ellas, que tiene que ver con saber por qué sentimos eso, se trata también de la toma de decisiones. La tercera es la regulación, es poder dirigir y manejar nuestras emociones. Y las últimas tres son las mismas pero dirigidas hacia los demás, es decir, la percepción de las emociones de los demás, su comprensión y la regulación, que se traduce a resolver conflictos entre dos.

Cómo desarrollar nuestra IE

Las psicólogas Sharen Lushman y Alayza Escudero nos recomendaron las siguientes técnicas para poder desarrollar nuestra IE: Comprender que las emociones son una forma de información: generalmente proveen información sobre relaciones y personas.

  • No escondas tus emociones: cuando la gente trata de suprimir las emociones en nombre de la eficiencia, suele recordar menos información. Hay bloqueos mentales.
  • A la hora de tomar decisiones, no deje de lado sus emociones, incorpórelas del todo a sus decisiones. Las emociones son parte de lo que hace humanas a las personas, y realmente forman parte de nuestra racionalidad.
  • Las emociones influyen en nuestro pensamiento: las emociones positivas propician la creatividad, mientas que las negativas nos permiten concentrarnos en los detalles menores.
  • Ejercita la empatía: muestra comprensión y aceptación hacia los demás.
  • Antes de aconsejar, sermonear, juzgar u ordenar, escucha a la persona.

VENTAJAS EN TU TRABAJO

Ocuparte de tu IE y poder desarrollarla representará un extra en tu currículum profesional. Y es que, aunque no sea algo que incluímos en él, definitivamente es algo que las empresas buscan en sus colaboradores. En el mundo laboral se ha dado una revolución a causa de la inteligencia emocional, pareciera que el coeficiente intelectual no tiene tanto protagonismo como antes, ahora se trata básicamente de manejar estrés, tener buena resolución de problemas y adecuada toma de decisiones.

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