Alimentación saludable en el trabajo: Qué sí y qué no comer

Lun, 05/27/2019 - 14:54
Consejos prácticos para llevar unma alimentación sana, aun en los días más ocupados.
Foto: New York Post

Foto: New York Post

Sabemos que a veces es abrumadora la idea del esfuerzo que hay que hacer para lograr tener una alimentación saludable en el afán de todos los días. Aquí te damos algunas ideas para que no dejes que el ambiente te absorba y aproveches todas las oportunidades.

¿Te identificas?

Por fin aceptas que debes comer mejor y, justo a la mañana siguiente, te paras tarde y piensas  "ya se fue todo al traste, ¡qué más da! Compraré algo en el camino". Ya sea una empanada y un café, o a veces solo el café y ¡a aguantar hambre, se ha dicho! Pero no te das cuenta que pasan los días y haces lo mismo una y otra vez.

Desde el punto nutricional, es tan importante la calidad de los nutrientes que ingieres como variar lo más que te sea posible. Probablemente, 2 huevos hervidos + 1 fruta + 1 café tengan las mismas calorías que 1 deliciosa empanada de carne + café, pero no los mismos nutrientes (proteínas, vitaminas, entre otros). 

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Sin complicaciones

Tener estos alimentos en casa te pueden funcionar a la hora de hacer un desayuno 'flash'. 

  • Yogurt griego y frutas congeladas para un 'smoothie' y puedes agregarle semillas de chía o linaza. O si deseas, unas cuantas almendras para sumar más nutrientes.

  • Huevos (pueden estar previamente hervidos) y fruta fresca picada.

  • Huevos revueltos con 2 a 3 cdas. de vegetales ya picados de antemano y queso blanco.

  • Avena en hojuelas cocida y huevos estrellados.

Como ves, hay cosas que puedes dejar “pre hechas” para aprovechar cada segundo de la mañana.

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Llega la hora del almuerzo y como de costumbre se te quedó la vasija en la nevera, o quizás eres de los que no les gusta comer recalentado. Esto usualmente sucede porque se percibe un olor o mezcla de sabores poco agradable. ¡Toma nota! En este punto te recomiendo que intentes llevar tus alimentos en vasijas de vidrio y separados, es decir, el arroz en una vasija, el pollo en otra y la ensalada en otra. De este modo podrás colocar todo en un plato de forma organizada sin mezcla de sabores. Las vasijas plásticas pueden retener ciertos olores, más cuando son calentadas en microondas, cosa que no sucede con el vidrio. 

Si no hay de otra opción  y te toca comer afuera.

En este caso, procura  lo siguiente:

  • Ten cuidado con los vegetales: Sobre todo si son crudos, no es recomendable consumirlos por temas de seguridad alimentaria. En otras palabras, no sabemos cómo los lavan y preparan. Procura pedir aquellos que son cocidos al vapor, salteados o inmersos en la preparación de algún platillo.

  • Evita las bebidas azucaradas: No añadas calorías innecesarias y ten cuidado con las bebidas que ofrecen como naturales. En ocasiones son concentrados de frutas con azúcares añadidas.

  • Cuida tus porciones: En definitiva, traer tu comida de casa la mayoría de las veces te ayuda a tener un mejor control de las porciones. Cuando tengas que pedir intenta no excederte. 

  • Evita la comida chatarra: Dile 'no' a aquellos alimentos con exceso de grasa (por ser fritas) y procesadas con altos contenidos de químicos. Realmente no es la nutrición que te mereces; opta por comida más sencilla y natural.

Siguiendo la secuencia del día, llega la hora de la merienda, y aunque esta no es de carácter obligatorio en un plan saludable, es una buena estrategia para combatir la ansiedad o recargarte de energía. Una porción de fruta fresca como 1 manzana, o frutos secos como almendras o nueces, son sencillos de transportar y de ingerir en cualquier sitio. En cuanto a las famosas “tienditas” dentro de la oficina, pídele al dueño que ofrezca productos saludables para que puedas seguir siendo su cliente. 

No olvidemos la cena. Muchos, al salir de la oficina, se trasladan a la universidad y optan por comprar algo de cenar en el camino o por no comer nada y esperar hasta llegar a casa a las 10:00 u 11:00 de la noche comer algo y dormir enseguida. Por otro lado, están los que trabajan un poco más, hasta las 8:00 o 9:00 pm, y terminan no comiendo nada, quedando con hambre, o comen pero se duermen muy llenos. Para ambos es recomendable que evalúen la posibilidad de llevar su cena, igual que como lo hacen con el almuerzo, y hacer una pausa a la hora pertinente para comer. 

En realidad sí es un esfuerzo, pero vale la pena sentirse en óptimas condiciones para seguir luchando por las metas del día a día. 

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