¿De qué se trata el 'Clean Eating'?

Mar, 08/23/2016 - 16:10

Nunca antes habíamos teorizado tanto el hecho de comer, tenemos tanta información a la mano hoy día, pero la ironía es que estamos muy desinformados acerca de qué es lo realmente saludable. 

Sino, basta con mirar las olas de moda que se levantan cada cierto tiempo. Por ejemplo la del 2006, cuando después de que Beyoncé bajó unos 10 kilos para su papel en “Dreamgirls” utilizando el sistema Master Cleanse, todo el mundo comenzó a realizar dietas de jugos.

La realidad es que, cuando se trata de bajar de peso, muchos se dejan llevar de las narices probando cualquier método con tal de conseguir el objetivo... lo preocupante es que en ese intento quizás le estén haciendo daño a su propio cuerpo. 

Comencemos por aclarar que aquellas dietas milagro te darán tan solo una ilusión óptica porque, una vez que hayas terminado aquella dieta, ganarás peso nuevamente. Según la Asociación Nacional de Desórdenes Alimentarios de Norteamérica, el 95% de las personas que hacen dieta recuperan el peso y más durante los cinco años siguientes. Cualquier nutricionista llamaría a esto el “efecto yo-yo” o “efecto rebote”. “Usualmente, estos regímenes son extremadamente bajos en calorías y nutrientes, por lo que el cuerpo utiliza sus reservas de líquidos y músculo para seguir funcionando, mas no así la  reserva de grasa. Cuando vuelves a tu alimentación habitual, tu cuerpo empieza a abastecer sus reservas, aumentando rápidamente el peso perdido”, explica la nutricionista Sara  Saldarriaga.

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Para darle solución a esta problemática, normalmente vista en muchísimas mujeres, nació una tendencia a la que le llaman “clean eating”. 

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De esto se trata el ‘clean eating’

Como privar tu cuerpo de algún alimento por largos periodos de tiempo pone a tu organismo en alerta para el modo “guardar” y comienzas a acumular grasa, la premisa del “clean eating” se trata de optar por un régimen fácil de mantener con alimentos naturales y modificar de manera permanente tus hábitos de alimentación. Te mostramos 5 premisas sobre las cuales se apoya esta tendencia que ya practican celebridades como  Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie y Halle Berry. 

1. Evita las comidas procesadas: muchos de nosotros no sabemos leer las etiquetas de lo que compramos en el súper, si este es tu caso, te recomendamos que te alejes de aquellos ingredientes químicos que no puedes leer. Por lo general, se trata de conservantes, colorantes, saborizantes, etc. Recuerda, esta tendencia se trata de comer lo más natural posible.

2. Adiós a las grasas malas: el “clean eating” no prohíbe la grasa, pero sí alienta a que nos mantengamos lejos de las grasas saturadas. Este tipo de grasa es aquel que tiende a aumentar el colesterol, o el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Como este grupo de alimentos no se puede eliminar por completo de nuestra dieta, el “clean eating” propone comer las grasas buenas, aquellas que, por ejemplo, se encuentran en las nueces o el aguacate.

3. Disminuye el consumo de azúcares refinadas y de sal: según la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos), los adultos deberíamos estar consumiendo un total de 12.5 cucharaditas (50 gramos) por día de azúcar, pero solo una lata de soda de 20 onzas tiene 65 gramos. La Organización Mundial de la Salud recomienda incluso menos, tan solo 25 gramos por día. Por eso, es saludable que te mantengas alejada de las gaseosas, las salsas prehechas, mermeladas envasadas, etc. Por lo general, el azúcar recibe otro tipo de nombres como: sacarosa, maltosa, jarabe de maíz de alta fructosa, etc. Prefiere en cambio ingredientes como el azúcar morena, la raspadura, sirope de agave, miel de abeja, etc. Para el caso de la sal, recuerda ir disminuyendo las porciones que usas para condimentar tus comidas, anímate a utilizar otras especias, como albahaca, orégano, etc.

4. Aumenta las porciones de frutas y verduras: los primeros que te agradecerán realizar este cambio serán tu piel y tu sistema digestivo. Lo recomendado es consumir 2 tazas y media por día y hacerlo en todas tus comidas, de ser posible. Desayuno, almuerzo y cena. Si te cuesta trabajo incorporarlos, puedes también tomarlos en jugos. 

5. Prefiere los granos integrales: en este tipo de alimentación no se satanizan las harinas, en cambio, se trata de escoger las correctas. Los granos integrales son una buena fuente de fibra y nos aportan mucha energía. Algunos recomendados: arroz, avena, quinua y pasta integral.  

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